Si quieres lucir una piel joven y radiante después de los 40, no necesitas gastar mucho dinero en cremas caras y tratamientos invasivos. Puedes preparar una crema casera con ingredientes que seguramente tienes en tu cocina y que te sorprenderán por sus beneficios para la salud de tu dermis. Se trata de los garbanzos, una legumbre que tiene propiedades antiarrugas, antimanchas y antienvejecimiento.
¿Por qué los garbanzos son buenos para la piel?
Los garbanzos son una fuente de vitamina E, un antioxidante que protege la piel de los radicales libres y previene el daño celular. También aportan hierro, magnesio, potasio y fósforo, minerales que contribuyen a la hidratación, la elasticidad, la regeneración y la firmeza de la piel. Además, contienen proteínas vegetales que estimulan la producción de colágeno y elastina, las fibras que mantienen la piel tersa y suave.
Para hacer esta crema casera solo necesitas un puñado de garbanzos cocidos, una cucharada de aceite de oliva y una cucharada de miel. Tritura las legumbres con un tenedor o una batidora hasta obtener una pasta homogénea. Añade el aceite de oliva y la miel y mezcla bien. Guarda la crema en un frasco de vidrio con tapa y refrigérala. Tu piel está muy cerca de verse hermosa.
Aplica esta crema sobre el rostro limpio y seco todas las noches antes de dormir. Masajea suavemente con movimientos circulares ascendentes hasta que se absorba. Deja actuar durante 20 minutos y luego enjuaga con agua tibia. Repite este proceso al menos tres veces por semana y verás cómo tu piel se vuelve más luminosa, hidratada y sin arrugas.
Esta crema casera es natural, económica y efectiva para cuidar la salud de tu piel después de los 40. Los garbanzos son un ingrediente que pocas personas conocen sus beneficios para la dermis, pero que vale la pena incorporar a tu rutina de belleza. Prueba esta receta casera y notarás la diferencia en poco tiempo.