El cabello puede tener múltiples problemas y cada uno de ellos son capaces de hacernos pasar por pésimos momentos. Uno de estos problemas es la presencia de caspa. A nadie, absolutamente nadie le gusta tener esos puntos blancos sobre el cabello y que suelen dejar rastros en la ropa y hacerse muy visibles gracias al contraste.
Existen decenas de productos y tratamientos contra la caspa y en las góndolas de los supermercados es muy común encontrar champús y acondicionadores hechos especialmente para trata este problema en hombres, mujeres y niños. Pero cada uno de estos productos se caracteriza por no estar entre los más baratos de su rubro. Esto es una señal de que la caspa es algo muy común, pero también algo que no es agradable de tratar para el bolsillo.
Sin embargo, hay otras soluciones para trata la caspa y que son mucho más baratas y al alcance de la mano de todas las personas. Es sabido que las abuelas eran prácticamente especialistas en todo lo que tenía que ver con el cabello. Sus tratamientos han traspasado generaciones, tanto para teñir, alisar, reparar como para quitar la caspa.
Uno de estos tratamientos caseros para eliminar la caspa tiene solamente dos ingredientes muy fáciles de conseguir. El primero de ellos es miel de abeja y el segundo es agua. Con estos dos elementos, se debe buscar un recipiente y mezclar 90 por ciento de mil y un 10 por ciento de agua tibia.
Una vez que ambos ingredientes se hayan revuelto, hay que aplicar la mezcla sobre el cuero cabelludo, dando un ligero masaje y colocando un paño sobre la cabeza. Hay que dejar que nuestro tratamiento para la caspa actúe durante una hora y luego se remueve con agua tibia. De esa manera, se habrá terminado con este problema que tanto molesta.