En la era digital, nuestros teléfonos móviles se convirtieron en una extensión de nuestras manos, y es común llevarlos a todas partes, incluso al baño. Pero, esta práctica aparentemente inofensiva puede ser riesgosa para nuestra salud. Aquí te explicamos algunas razones por las cuales llevar el móvil al baño puede tener consecuencias negativas.
Exposición a gérmenes y bacterias
Los baños albergan una gran cantidad de gérmenes y bacterias que pueden transferirse a la superficie de nuestros móviles. Al colocar el dispositivo en lugares como el lavamanos, la tapa del inodoro o incluso en nuestras manos mientras tocamos distintos elementos y estamos aumentando el riesgo de contaminación cruzada.
Contaminación
Un estudio realizado por la Universidad de Arizona encontró que el 95% de los móviles examinados tenían rastros de bacterias fecales. Cuando tiramos la cadena del inodoro, minúsculas partículas de agua y microorganismos pueden ser liberadas al aire y posarse en nuestro móvil.
Riesgo de infecciones
El contacto con bacterias y otros gérmenes puede aumentar el riesgo de desarrollar infecciones gastrointestinales y urinarias, especialmente si llevamos nuestras manos contaminadas a nuestra boca, nariz u ojos.
Problemas de postura
Llevar el móvil al baño puede aumentar el tiempo que pasamos sentados en el inodoro, lo que puede afectar negativamente nuestra postura y potencialmente contribuir a problemas como la tensión muscular o el estreñimiento crónico.
Radiación
Aunque la exposición a la radiación de los móviles no está completamente demostrada como perjudicial, algunos estudios sugieren que el uso excesivo, incluido el tiempo que pasamos en el baño, podría tener efectos a largo plazo en nuestra salud.
Reducción del tiempo de relajación
El tiempo en el baño puede ser un momento para desconectar y relajarnos, pero llevar el móvil puede interferir con esa tranquilidad. La tentación de revisar correos electrónicos o redes sociales puede distraernos y reducir los beneficios de la pausa.