La grafología es el estudio de la personalidad a través de la escritura. Según esta ciencia, cada letra tiene un significado y revela aspectos del carácter, las emociones, las aptitudes y los deseos de quien escribe. Una de las letras más complejas y completas es la F minúscula y cursiva, que abarca las tres zonas del renglón: la superior, la media y la inferior.
La intolerancia en la letra F
La intolerancia es la falta de respeto o aceptación hacia las opiniones, creencias o formas de ser diferentes a las propias. Según la grafología, una persona intolerante se caracteriza por tener una letra F muy alta y angulosa, con un trazo vertical que envuelve el eje central. Este tipo de letra indica rigidez, inflexibilidad, autoritarismo y dogmatismo. Una persona intolerante no admite el cambio ni la diversidad, se aferra a sus ideas y no escucha ni dialoga con los demás.
La tolerancia en la letra F
La tolerancia es la actitud de respetar o aceptar las opiniones, creencias o formas de ser diferentes a las propias. Según la grafología, una persona tolerante se caracteriza por tener una letra F normal y redondeada, con un trazo vertical que no envuelve el eje central. Este tipo de letra indica flexibilidad, adaptabilidad, apertura y comprensión. Una persona tolerante acepta el cambio y la diversidad.
¿Qué dice tu letra F sobre ti?
Ahora que ya sabes cómo interpretar la grafología de la letra F, puedes analizar tu propia escritura o la de alguien más. ¿Qué tan grande o pequeña es tu zona superior? ¿Qué tan clara o confusa es tu zona media? ¿Qué tan larga o corta es tu zona inferior? ¿Qué tan alta o baja es tu letra F? ¿Qué tan angulosa o redondeada es tu letra F? ¿Qué tan cerrado o abierto es tu trazo vertical? Todas estas preguntas te ayudarán a descubrir qué dice tu letra F sobre ti.
La grafología no sólo sirve para conocer a los demás sino también para conocernos a nosotros mismos. Al observar nuestra escritura podemos identificar nuestros rasgos de personalidad, nuestras fortalezas y debilidades, nuestros gustos y preferencias, nuestros miedos y deseos. La grafología nos permite reflexionar sobre quiénes somos y cómo nos relacionamos con el mundo. Además, la grafología nos ofrece la posibilidad de modificar nuestra escritura y, con ello, nuestra forma de ser. Al cambiar nuestros trazos podemos cambiar nuestros hábitos, actitudes y comportamientos.