La sandía se transformó en una de las frutas más solicitadas para este verano y en gran medida es por sus grandes beneficios para nuestro organismo. También es una gran aliada en la alimentación para llevar una vida saludable y en forma. Para soportar las olas de calor es esencial para evitar una deshidratación, pero no es el único punto positivo que encontramos.
Esta fruta es rica en vitaminas A y C, que son antioxidantes importantes para la salud de la piel y el sistema inmunológico. También contiene minerales como el potasio y el magnesio. Es una buena fuente de licopeno, un antioxidante que le da su color rojo característico. Ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y las del corazón.
Además, la sandía contiene citrulina, un aminoácido que puede ayudar a mantener la salud de los huesos y las articulaciones. También la vitamina C es importante para la formación de colágeno, una proteína estructural. Puede mantener un corazón saludable debido a su contenido de citrulina. Ayuda a mejorar la función de los vasos sanguíneos y puede reducir la presión arterial.
¿Se puede comer sandía todos los días?
En las jornadas de mayor calor es recomendada por todos los nutricionistas. Es una fruta con un alto contenido de agua siendo el 96 por ciento de su peso y ayuda en la hidratación. Además de su sabor delicioso es aconsejada para niños y adultos mayores. Cubre el 20 por ciento de las vitaminas que requiere el cuerpo en forma diaria y es bajo en calorías con tan solo 45.
A la hora de responder el interrogante si es saludable consumirla todos los días. La respuesta es sí porque es ideal para el tránsito intestinal y tener una digestión saludable. Su aporte de fibras permite la pérdida de peso dentro de una dieta equilibrada y también tiene un efecto diurético par deshacernos del exceso de líquido y desinflama nuestro cuerpo.