La lavanda es una de las plantas aromáticas más conocidas a nivel mundial. Su aroma es inconfundible, e incluso son cada vez más los productos y cosméticos que se inspiran en su aroma. Si eres fanático de esta planta y quieres llenar tu hogar, tu jardín o tu balcón de esta flor, sigue los siguientes pasos para reproducirla.
¿Cómo reproducir una lavanda exitosamente?
La lavanda no es solamente muy atractiva para el ser humano, sino que también lo es para los insectos beneficiosos del jardín, por lo que es una planta que ayuda a mantener la biodiversidad de las especies endémicas. Si bien es una planta típica de los caminos pedregrosos y arenosos, eso no indica que uno no pueda tenerla en un balcón.
Antes de comenzar a reproducir una lavanda, debes tener en cuenta que es una planta que adquiere un tamaño considerable. Por lo tanto, debes contar en tu hogar con un amplio espacio para que la misma pueda crecer sin problemas. Una de las formas más rápidas y fáciles para reproducir una lavanda es a través de sus semillas. Las mismas deben lucir marrones, antes de plantarlas.
Las semillas de la lavanda necesitan del frío del invierno para su posterior floración. La mejor forma es sembrar algunas semillas en otoño en un tiesto y dejarlo al exterior durante todo el invierno (manteniendo el sustrato húmedo). Con el inicio de la primavera comenzarán a germinar.
Una vez conocido el proceso de la reproducción de la lavanda, deberás cuidar la planta para que la misma crezca sanamente. La planta debe recibir luz (entre 6 y 8 horas diarias de luz), debes colocarle abono, se riega pocas veces (ya que es una planta que aguanta en zonas de sequía), la poda se hace en verano, para que en primavera vuelva a rebrotar.