La numismática es una disciplina que gana cada vez más terreno entre las personas. Hay que estar atentas ya que una moneda olvidada en una cartera o una caja de recuerdos puede resultar muy valiosa. La colección de estas piezas no solo permite preservar la historia sino también nos puede generar muchos beneficios económicos.
Una de las monedas que es una de las más cotizadas alrededor del mundo data de 1802 y fue creada en Estados Unidos. Su precio puede ser mayor a los 10 millones de dólares. Se lo denomina ‘Drapet bust’ y tuvo varios cambios a lo largo de los años. En 1858 fue modificada por un filo liso que la hizo aún más cautivante.
Según indica la revista Forbes, esta moneda es la más cara del mundo ya que su circulación fue limitada y tiene más de 100 años de existencia. Es una de las piezas más buscadas por los seguidores de la numismática. La última versión realizada en 1859 incluyó letras en el borde y capta el interés de todos los coleccionistas.
¿Cómo reconocer una moneda valiosa?
Examina detenidamente los detalles del diseño de la moneda, tanto en el anverso como en el reverso. Presta atención a los motivos, las inscripciones, los retratos y cualquier elemento distintivo que pueda ayudarte a identificarla.
Revisa las inscripciones o leyendas. Estas pueden incluir el nombre del país emisor, el valor nominal, el año de acuñación u otros textos relevantes. Las inscripciones pueden estar escritas en diferentes idiomas dependiendo de la moneda.
Determina el material del que está hecha la moneda. Las monedas numismáticas pueden ser de diferentes metales, como oro, plata, bronce o níquel. Además, toma en consideración el tamaño y el peso, ya que estos también pueden proporcionar pistas sobre su origen y valor.
Algunas monedas numismáticas pueden tener características especiales que las distinguen, como bordes estriados, incrustaciones de metales preciosos, hologramas, relieves en 3D o variantes de diseño específicas. Estas características pueden ayudar a identificarla y determinar su rareza o valor.