Muchas personas creen que los ácaros (entre otros bichos) solo aparecen en las sábanas, frazadas, o entre la ropa, pero también existen los ácaros de la piel, los cuales viven en la piel de manera simbiótica, pero cuando la sobrepoblan aparecen algunos problemas de piel.
¿Qué son los ácaros de la piel?
El Demodex (conocido comúnmente como ácaro facial) puede llegar a causarnos enrojecimiento, picor y protuberancias. Los mismos forman parte de la microbiota cutánea, viven dentro del folículo del pelo y se alimentan fundamentalmente de grasa y restos celulares.
¿Qué problemas pueden causar los ácaros de la piel?
Los ácaros de la piel pueden acumularse en la zona T de nuestro rostro, y de esta forma generan más producción de grasa o sebo. Esto se debe a que en el sebo encuentran mucho alimento para crecer y reproducirse. Sin embargo, el uso prolongado de corticoides o inhibidores de calcineurina tópicos también puede propiciar un sobrecrecimiento de estos microorganismos.
¿Cómo eliminar los ácaros de la piel?
El primer consejo para eliminar los ácaros de la piel es manteniendo el rostro limpio todo el tiempo. Puedes lavarlo simplemente con agua o usar jábones, geles o leches de limpieza, agua micelar (recuerda lavar bien la piel luego para que no queden residuos de este producto), etc. Si eliges una fórmula más agresiva corres el riesgo de que tu piel se seque, provocando la consiguiente sobreproducción de sebo, que es justo lo que estarás tratando de evitar.
También puedes exfoliar (unas 2 veces por semana, salvo que sientas que debes hacerlo más veces) tu piel. Puedes usar productos con ingredientes seborreguladores, como el ácido salicílico o el retinol. Así como el aceite de árbol de té, que es antibacteriano, antifúngico y antiinflamatorio, por lo que ayudará a eliminar los posibles huevos que los ácaros hayan puesto, y así controlar su propagación.