Mantener nuestras plantas libres de hongos es esencial para su salud y crecimiento adecuado. Si bien existen fungicidas comerciales en el mercado, algunos contienen químicos que pueden ser dañinos para el medio ambiente y la salud.
Pero, puedes preparar un fungicida casero eficaz utilizando solo tres ingredientes comunes que probablemente ya tengas en tu cocina. Este fungicida natural y seguro ayudará a proteger tus plantas de las infecciones por hongos sin poner en riesgo la salud de tu jardín.
Ingredientes
- Bicarbonato de sodio: es un ingrediente versátil y suave que se utilizó durante mucho tiempo en la jardinería como fungicida y repelente natural.
- Aceite de neem: Es un extracto natural derivado de las semillas del árbol de neem. Tiene propiedades fungicidas y también actúa como un insecticida para proteger las plantas contra plagas dañinas.
- Agua: Es el vehículo para mezclar los ingredientes y diluir el fungicida antes de aplicarlo en las plantas.
Instrucciones
En una botella de spray, combina 1 litro de agua tibia con 1 cucharada de bicarbonato de sodio. Agita bien la mezcla hasta que se disuelva completamente.
A continuación, añade 1 cucharadita de aceite de neem a la solución de bicarbonato de sodio y agua. Vuelve a agitar vigorosamente para asegurarte de que los ingredientes estén bien mezclados.
La mezcla está lista para su uso. Asegúrate de que tus plantas estén bien regadas antes de aplicar el fungicida. Rocía generosamente todas las partes de la planta, asegurándote de cubrir tanto la parte superior de las hojas como la parte inferior, donde los hongos pueden prosperar.
Es importante aplicar el fungicida casero por la tarde o en un día nublado, ya que la luz solar directa puede quemar las hojas de las plantas tratadas. Además, evita aplicar el fungicida en días ventosos para evitar que la solución se disperse y llegue a otras áreas no deseadas.
Repite la aplicación cada 7-10 días o después de una lluvia intensa para mantener tus plantas protegidas contra posibles infecciones por hongos.