Las relaciones abiertas son una forma de relación no monógama en la que las parejas acuerdan explorar la intimidad con otras personas fuera de la relación principal. Aunque pueden funcionar bien para algunas personas, requieren una comunicación abierta, honesta y consensuada para que sean exitosas y satisfactorias para todas las partes involucradas.
Aquí hay cuatro reglas importantes para mantener una relación abierta de manera saludable
Comunicación transparente: La comunicación es la base de cualquier relación exitosa, y en una relación abierta, es aún más esencial. Las parejas deben hablar abiertamente sobre sus deseos, necesidades, límites y expectativas. Es importante expresar lo que cada uno está buscando en la relación abierta y cómo se sienten acerca de la idea de intimar con otras personas.
Establecer límites y reglas claras: Las relaciones abiertas funcionan mejor cuando se establecen límites y reglas claras desde el principio. Cada pareja debe discutir y acordar qué tipo de interacciones con otras personas están permitidas y cuáles están fuera de los límites. Esto puede incluir el uso de protección, límites emocionales o la frecuencia de las citas con otras personas.
Honestidad y sinceridad: La honestidad es clave en una relación abierta. Ambas partes deben ser sinceras sobre sus experiencias con otras personas y cómo se sienten al respecto. Si surgen sentimientos de celos o inseguridades, es importante abordarlos abiertamente y con empatía para evitar que se conviertan en problemas más grandes.
Respeto mutuo: En una relación abierta, es fundamental respetar las decisiones y elecciones de la otra persona. Si una pareja decide tener una relación abierta, es importante que ambas partes estén de acuerdo y lo hagan por elección propia, no por presión o coerción. Respetar los límites establecidos y las emociones de la otra persona es esencial para mantener una relación abierta saludable, y entender que el amor puede presentarse de las maneras más curiosas posibles
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