Si tu planta de lavanda está luchando por sobrevivir, puedes revivirla con algunos ingredientes caseros y cuidados específicos. La lavanda es una planta resistente pero necesita ciertos cuidados para prosperar.
Pasos que puedes seguir para revivir tu planta de lavanda
Revisión y poda: Inspecciona tu planta para identificar áreas secas o marchitas. Utiliza tijeras de podar limpias para cortar cuidadosamente las partes dañadas. Esto permitirá que la planta redirija su energía hacia el crecimiento saludable. Suelo adecuado: Utiliza una mezcla de tierra para macetas bien drenada que incluya arena gruesa o perlita para mejorar el drenaje. La lavanda prefiere un suelo ligeramente alcalino, así que agrega un poco de cal si es necesario.
Exposición solar: La lavanda necesita al menos 6 horas de luz solar directa al día. Coloca la planta en un lugar soleado y bien ventilado. Riego moderado: Evita el riego excesivo, ya que el exceso de humedad puede ser perjudicial para la lavanda. Riégala cuando la capa superior del suelo esté seca al tacto, pero antes de que la planta se marchite.
Fertilización: Aliméntala con un fertilizante equilibrado una vez al mes durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). Evita la sobre-fertilización, ya que puede afectar negativamente la salud de la planta. Aireación: Si la planta está en el exterior, asegúrate de que las ramas no estén apiñadas. Esto permite una mejor circulación de aire y previene la propagación de enfermedades.
Mulching: Agrega una capa delgada de mantillo alrededor de la base de la planta para conservar la humedad y proteger las raíces de las fluctuaciones de temperatura. Protección invernal: Si vives en una zona fría, protege tu planta de lavanda en invierno, ya que puede ser sensible a las bajas temperaturas. Cubrirla con paja o tela de manta puede ayudar a mantenerla segura.