En la era de la tecnología, una nueva palabra surgió para describir un comportamiento que puede tener consecuencias devastadoras en las relaciones interpersonales: el "phubbing". Este término proviene de la combinación de las palabras "phone" (móvil) y "snubbing" (ignorar), y se refiere al acto de prestar más atención al teléfono móvil que a la persona que tienes en frente.
Este hábito aparentemente inofensivo puede erosionar lentamente la calidad de las relaciones, especialmente las de pareja. El "phubbing" puede manifestarse de diversas formas: desde consultar el teléfono durante una conversación importante hasta perderse en las redes sociales en momentos de intimidad compartida.
Aunque puede parecer trivial, este comportamiento envía un mensaje subliminal de falta de interés y devaluación hacia la otra persona. La atención dividida entre la pantalla y la pareja puede generar sentimientos de frustración, soledad e incluso celos.
Las relaciones sólidas se basan en la comunicación y la conexión emocional. Cuando uno de los miembros de la pareja se siente ignorado en favor de un dispositivo electrónico, la brecha entre ellos puede ensancharse.
¿Cómo evitar el phubbing?
Las conversaciones profundas y la calidad del tiempo juntos pueden disminuir drásticamente, lo que puede llevar a malentendidos y resentimientos acumulados. A largo plazo, el "phubbing" puede erosionar la confianza y la cercanía emocional, poniendo en riesgo la estabilidad de la relación.
Es esencial reconocer y abordar el "phubbing" antes de que cause daños irreparables. La toma de conciencia es el primer paso. Ambos miembros de la pareja deben comprender el impacto negativo de esta conducta y estar dispuestos a cambiarla.
Establecer límites claros para el uso del móvil en momentos de interacción puede ser de gran ayuda. Esto implica comprometerse a apagar o dejar el teléfono en otro lugar durante las comidas, las conversaciones importantes o los momentos de intimidad.
La clave para superar el "phubbing" es cultivar la empatía y la atención plena en la relación. Practicar la escucha activa y dedicar tiempo de calidad sin distracciones fortalece el vínculo emocional. En lugar de dividir la atención, ambos pueden concentrarse en construir una comunicación profunda y enriquecedora. Además, reservar tiempo específico para el uso del móvil puede ayudar a equilibrar las necesidades individuales de conexión digital y presencial.