La bañera es sin dudas uno de los lugares que más usamos en el hogar. Al mismo tiempo, la bañera es el lugar que más rápido se ensucia. Es por ello que a continuación te compartiremos algunos trucos de limpieza para que dejes tu bañera y tu baño super relucientes y puedas seguir dándote baños relajantes.
¿Cómo limpiar una bañera para dejarla reluciente?
Cualquiera de las opciones y combinaciones que te compartiremos a continuación son ideales para dejar tu bañera reluciente e impecable. De todas formas te aconsejamos aplicar estas mezclas una vez a la semana o a lo sumo una vez cada 15 días para no abusar de estas combinaciones, las cuales a veces pueden llegar a ser muy nocivas para la nariz.
Vinagre blanco para eliminar las marcas de agua dura. Mezcla en un rociador una parte de vinagre por otra de agua tibia y aplícalo sobre la bañera; déjalo actuar durante unos 15-20 minutos, y limpia las manchas con un trapo.
Bicarbonato de sodio para zonas oxidadas o con manchas amarillentas. En un trapo o esponja, crea una especie de pasta con bicarbonato y agua; aplícala en la mancha y dejá actuar por 15 minutos, luego remueve la pasta con otro trapo húmedo y enjuagá los restos con agua fría.
Agua oxigenada para manchas difíciles. Aplícala directamente sobre la superficie y déjala actuar durante unos 10-15 minutos, luego remuévela con abundante agua tibia.
Jugo de limón para manchas pequeñas o localizadas. Exprimí uno o varios limones y aplica el jugo sobre la mancha, déjalo actuar durante unos minutos y luego enjuaga con agua fría.
Jabón neutro para recuperar el color blanco. Mezcla en un recipiente jabón neutro con agua tibia; luego humedece una esponja o cepillo en esa mezcla y frota por todas las superficies de la bañera, para finalizar enjuaga bien con agua fría.
Aceite de oliva para un brillo extra. Aplica un poco de aceite de oliva en un paño suave y limpio, y frótalo sobre la superficie de la bañera. Este ingrediente te ayudará a eliminar algunas manchas superficiales con el plus de sumar un brillo extra. Luego, enjuagá con abundante agua tibia y secá con otro paño limpio.