El vínculo entre la edad humana y la de los perros ha sido durante mucho tiempo un misterio, con la popular creencia de que un año en los humanos equivale a siete en los caninos. Sin embargo, un equipo de investigadores ha desafiado esta noción y ha desarrollado una fórmula basada en cambios en el ADN que revela la verdadera edad de nuestros fieles amigos de cuatro patas.
Deshaciendo el Mito: Un Nuevo Enfoque Científico
El mito de que un año humano equivale a siete años en un perro ha sido ampliamente aceptado, pero carece de una base científica sólida. Investigadores de la Universidad de California en San Diego se propusieron arrojar luz sobre esta cuestión y presentaron una versión más precisa y fundamentada en la evolución del ADN.
La Metilación: Un Indicador Clave de Edad
El equipo de investigadores se basó en un proceso epigenético llamado metilación. A medida que tanto los seres humanos como los perros envejecen, los grupos metilo se añaden a las moléculas de ADN, lo que afecta la actividad de segmentos específicos de ADN sin modificar el ADN en sí. Este proceso, conocido como reloj epigenético, permite determinar la edad de los seres vivos de manera más precisa que simplemente multiplicar por siete.
Comparando el Reloj Epigenético
Tina Wang y Trey Ideker, genetistas de renombre, se embarcaron en la misión de comparar el reloj epigenético de los humanos con el de los perros. Reconociendo que la vida de los perros varía según su raza, desde 6-7 años para razas grandes como los mastines hasta 17-18 años para chihuahuas, utilizaron este enfoque para calcular la edad real de los caninos.
El resultado de la investigación arrojó luz sobre el mito y ofreció una perspectiva más precisa sobre la edad de los perros en relación con los humanos. Ya no necesitamos depender de la simple multiplicación por siete para calcular su edad. Este enfoque basado en cambios epigenéticos ofrece una comprensión más profunda y exacta de cómo envejecen nuestros queridos compañeros peludos.