La Universidad de Harvard se ha adentrado en el intrigante mundo de las relaciones humanas, revelando cómo algunos individuos recurren a la manipulación como un arma en sus interacciones cotidianas. El estudio, dirigido por la psicóloga Cortney S. Warren, se centra en identificar las tácticas manipuladoras más comunes y las frases que desencadenan alarmas rojas en nuestras relaciones. Aquí te presentamos las 5 frases clave que debes conocer para detectar la manipulación.
5 frases de manipuladores según Harvard
"Estás actuando como una loca/o": Esta frase pretende socavar la confianza en el propio juicio de la persona, haciéndola dudar de su cordura. El manipulador siempre tratará de desviar el foco del conflicto. Ante esto, responde con firmeza: "Por favor, no cuestiones mi capacidad para pensar con claridad. Aunque no estemos de acuerdo, veo la realidad de esta manera".
"Estás exagerando": Esta expresión busca minimizar las preocupaciones de la otra persona, insinuando que son infundadas. Tu respuesta adecuada debería ser: "Estés o no de acuerdo conmigo, así es como me siento ahora. No juzgues mis sentimientos; no están sujetos a debate".
"¡Solo estaba haciendo un chiste!": Aquí, el manipulador intenta desestimar el impacto de sus comentarios hirientes. Contrarrésta esto afirmando: "Ese comentario fue divertido para ti, pero hirió mis sentimientos. No sentí que fuera un chiste; te pido que no me hables más así".
"Me obligaste a hacerlo": Esta frase busca evadir la responsabilidad por sus acciones. Responde con seguridad: "En realidad, yo no puedo obligarte a hacer nada. Tu comportamiento es un reflejo de tus elecciones, no de las mías".
"Si me amaras, me dejarías hacer lo que quiero": Esta última expresión surge cuando se intentan establecer límites con el manipulador. Enfrenta esta manipulación diciendo: "Mis límites reflejan mis valores y cómo elijo vivir mi vida. No me siento cómodo haciendo esto. Respeta mis límites".
Estas frases revelan un intento de manipulación y socavan la comunicación y la confianza en una relación. Es fundamental reconocer estos patrones para mantener relaciones sanas y respetuosas. Recuerda que tu voz y tus sentimientos son válidos, y nadie debería hacerte dudar de ellos.