Nuestro hogar es nuestro refugio, el lugar donde buscamos paz y tranquilidad. Pero, a veces, las malas energías pueden acumularse en el ambiente, afectando nuestra armonía y bienestar. Para restaurar la positividad y el equilibrio, puedes recurrir a rituales sencillos que te ayudarán a limpiarlo. Te presentamos tres efectivos que puedes realizar fácilmente.
Limpieza con sal
La sal es un símbolo de purificación en muchas culturas a lo largo de la historia. Para limpiar tu hogar de malas energías utilizando sal, sigue estos pasos:
- Toma un puñado de sal marina o sal de roca.
- Comienza desde la puerta principal y avanza en el sentido de las agujas del reloj alrededor de cada habitación, espolvoreando la sal en el suelo.
- Mientras esparces la sal, visualiza cómo absorbe y disuelve las energías negativas.
- Deja la sal en el suelo durante al menos 30 minutos, luego barre o aspira y tírala.
- Al finalizar, ventila bien tu hogar para permitir que las energías negativas se disipen completamente.
Quema de hierbas sagradas
La quema de hierbas sagradas es una práctica antigua utilizada para purificar el aire y alejar las malas energías. Puedes utilizar el palo santo, la salvia blanca o el incienso. Sigue estos pasos:
- Enciende la hierba sagrada con una cerilla o encendedor.
- Deja que la llama arda durante unos segundos y luego sopla suavemente para que quede humeando.
- Comienza en la habitación principal y camina alrededor de tu hogar, llevando el humo a cada rincón.
- Mientras lo haces, visualiza cómo el humo disuelve y elimina las energías negativas.
- Asegúrate de apagar la hierba sagrada completamente antes de dejarla.
Baño de sal para el hogar
Este ritual es ideal para limpiar y proteger tu hogar de las malas energías de una manera más profunda. Necesitarás:
- Un recipiente con agua.
- Sal marina o sal de roca.
- Una vela blanca.
Llena el recipiente con agua y añade un puñado de sal. Coloca la vela blanca junto al recipiente. Enciende y visualiza cómo su luz purifica tu hogar. Luego, sumerge tus dedos en la mezcla de agua y sal y salpica un poco en cada esquina de cada habitación de tu casa, mientras dices palabras de purificación o bendición.