Ser feliz es un estado emocional que todos deseamos alcanzar, pero que a veces se nos hace difícil de conseguir. Sin embargo, existen algunas actividades diarias que pueden ayudarnos a mejorar nuestro ánimo y nuestro bienestar, según la ciencia. Estas son cinco hábitos que puedes incorporar a tu rutina para sentirte más feliz.
Dormir bien
El sueño es fundamental para la salud física y mental y te ayudará a ser feliz, ya que durante el sueño se producen procesos de reparación y consolidación de la memoria. Dormir bien nos ayuda a regular el estrés, el apetito, el humor y la creatividad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo ideal es dormir entre siete y ocho horas por noche, respetando los ciclos naturales del sueño. Para lograr un sueño de calidad, se recomienda evitar las pantallas, el alcohol y la cafeína antes de acostarse.
Hacer pausas
El ritmo acelerado de la vida moderna puede generar agotamiento, ansiedad y depresión. Por eso, es importante hacer pausas durante el día para desconectarse de las obligaciones, relajarse y buscar ser feliz. Las pausas pueden ser de diferentes tipos y duraciones, según las preferencias y las posibilidades de cada uno. Algunas opciones son: leer un libro, escuchar música, hacer una siesta, tomar un té o hacer estiramientos. Lo importante es elegir una actividad que nos guste y nos haga sentir bien.
Meditar
La meditación es una de las actividades milenarias que consiste en enfocar la atención en el presente, sin juzgar ni reaccionar a los pensamientos o las emociones que surjan. La meditación tiene múltiples beneficios para la salud mental, como reducir el estrés, mejorar la concentración, aumentar la autoestima y fomentar la compasión. Además, la meditación puede hacerte sentir más feliz, ya que estimula las áreas del cerebro relacionadas con el bienestar y la felicidad.
Cuidar de la microbiota
La microbiota es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro organismo, especialmente en el intestino. La microbiota cumple funciones vitales para nuestra salud, como ayudar a digerir los alimentos, proteger contra las infecciones y regular el sistema inmunológico. Pero además, la microbiota influye en nuestro estado de ánimo, ya que se comunica con el cerebro a través del nervio vago y produce neurotransmisores como la serotonina, que está vinculada con sentirse feliz.