El azúcar es un componente omnipresente en nuestra alimentación, y su consumo excesivo está vinculado a una serie de problemas de salud, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades del corazón. Por lo tanto, es crucial conocer la cantidad máxima que los expertos en salud consideran segura para mantener un estilo de vida saludable.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones de salud establecieron pautas sobre la ingesta diaria. Según la OMS, la cantidad máxima recomendada de azúcar añadida en la dieta diaria de un adulto no debe exceder el 10% de la ingesta calórica total.
Idealmente, debería ser incluso menor, alrededor del 5% de las calorías diarias. Esto se traduce en aproximadamente 25 gramos (alrededor de 6 cucharaditas) de azúcar añadida al día en una dieta de 2,000 calorías.
Es importante señalar que esta recomendación se refiere específicamente al añadido, es decir, el azúcar que se agrega a los alimentos y bebidas durante su procesamiento o preparación. No incluye los naturalmente presentes en frutas, verduras y productos lácteos, que aportan nutrientes esenciales.
Reducir la ingesta de azúcar añadido puede ser un desafío, ya que se encuentra en una amplia variedad de alimentos procesados, desde refrescos y dulces hasta productos de panadería y salsas.
Las formas de reducir la cantidad de azúcar añadido
- Leer etiquetas nutricionales: Antes de comprar alimentos envasados, revisa las etiquetas para identificar la cantidad de azúcar añadido. Aprender a reconocer los diferentes nombres del azúcar, como jarabe de maíz con alto contenido de fructosa o sacarosa, también es útil.
- Optar por alternativas más saludables: Busca opciones con menos azúcar añadido o elige productos sin azúcar o endulzados con edulcorantes naturales como la stevia.
- Cocinar en casa: Preparar tus propias comidas te permite tener un mayor control sobre los ingredientes y reducir la cantidad de azúcar en tus platos.
- Limitar las bebidas azucaradas: Los refrescos, jugos y bebidas deportivas pueden ser una fuente significativa de azúcar añadido. Opta por agua, té sin azúcar o bebidas con edulcorantes bajos en calorías.
- Disfrutar del sabor natural: Acostúmbrate al sabor natural de los alimentos, como la fruta fresca, en lugar de depender de productos altos en azúcar para satisfacer tus antojos de dulces.