El sueño es esencial para el bienestar general de una persona, y su calidad y duración varían a lo largo de la vida. Uno de los fenómenos más comunes en el proceso de envejecimiento es que las personas mayores tienden a dormir menos en comparación con los más jóvenes. Este cambio en los patrones fue objeto de estudio por parte de expertos en medicina, neurociencia y psicología. ¿Por qué ocurre esto? Veamos lo que dicen los especialistas al respecto.
Cambios en los ritmos circadianos
Uno de los factores clave en la disminución en los adultos mayores son los cambios en los ritmos circadianos, que regulan el ciclo de sueño y vigilia en el cuerpo. Con la edad, el reloj biológico tiende a adelantarse, lo que significa que las personas tienden a sentirse más somnolientas temprano en la tarde y a despertarse más temprano por la mañana. Este desajuste puede llevar a una reducción en la cantidad total de sueño que una persona mayor obtiene cada noche.
Problemas de salud subyacentes
Muchas personas mayores enfrentan problemas de salud crónicos, como dolor, apnea del sueño, enfermedades cardíacas o enfermedades neurológicas, que pueden afectar negativamente la calidad y hacer que se despierten con mayor frecuencia durante la noche. Estos problemas subyacentes pueden contribuir significativamente a la tendencia de las personas mayores a dormir menos.
Cambios hormonales
Los cambios hormonales también desempeñan un papel importante en la reducción en las personas mayores. La melatonina, una hormona que regula el sueño, tiende a disminuir con la edad, lo que puede hacer que sea más difícil conciliarlo y mantenerlo durante la noche.
Estilo de vida
A medida que las personas envejecen, es posible que se vuelvan menos activas durante el día y pasen más tiempo en actividades sedentarias. La falta de actividad física y la exposición limitada a la luz natural pueden afectar negativamente los patrones de sueño. Además, algunos adultos mayores pueden tomar siestas durante el día, lo que puede reducir la necesidad de un sueño prolongado por la noche.
Factores psicológicos y sociales
Las preocupaciones relacionadas con la jubilación, la soledad, la pérdida de seres queridos y otros factores psicológicos y sociales pueden influir en los patrones de sueño de las personas mayores. El estrés y la ansiedad pueden contribuir a problemas de sueño, como el insomnio.