Ser una mujer de alto impacto significa ser una mujer que marca la diferencia, que inspira a los demás, que lidera con el ejemplo y que contribuye positivamente a la sociedad. Esto no es algo que se consiga de la noche a la mañana, sino que requiere de un trabajo constante y de una actitud proactiva. Según los especialistas en talento humano, hay algunos hábitos que pueden ayudar a las mujeres a desarrollar su potencial y a convertirse en mujeres de alto impacto.
Define tu propósito y tus objetivos
El primer hábito para ser una mujer de alto impacto es tener claro cuál es tu propósito y tus objetivos en la vida. ¿Qué te apasiona? ¿Qué quieres lograr? ¿Qué te hace feliz? Estas son algunas preguntas que debes hacerte para descubrir tu propósito y tus objetivos. Una vez que los tengas definidos, escribe un plan de acción para alcanzarlos, establece metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con plazo (SMART), y revisa tu progreso periódicamente.
Aprende constantemente
El segundo hábito para ser una mujer de alto impacto es aprender constantemente. El mundo cambia a una velocidad vertiginosa, y si quieres estar al día y adaptarte a las nuevas circunstancias, debes estar dispuesta a aprender nuevas cosas cada día. Lee libros, revistas, blogs, artículos, escucha podcasts, mira vídeos, asiste a cursos, talleres, seminarios, webinars, etc. Aprovecha todas las oportunidades de aprendizaje que se te presenten.
Cuida tu salud física y mental
El tercer hábito es cuidar tu salud física y mental. No puedes dar lo mejor de ti si no estás bien contigo misma. Por eso, debes dedicar tiempo y atención a tu bienestar físico y mental. Haz ejercicio regularmente, lleva una alimentación equilibrada, duerme lo suficiente, hidrátate bien, evita el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias nocivas.
Rodéate de personas positivas
El cuarto hábito es rodearte de personas positivas. Las personas con las que te relacionas influyen en tu estado de ánimo, en tu autoestima, en tu confianza y en tu rendimiento. Por eso, debes elegir bien a las personas que forman parte de tu círculo cercano, y alejarte de las personas tóxicas, negativas o que te restan energía.
Aporta valor a los demás
El quinto hábito es aportar valor a los demás. No se trata solo de conseguir tus propios objetivos, sino también de ayudar a los demás a conseguir los suyos. No se trata solo de recibir beneficios, sino también de generar beneficios para los demás. No se trata solo de satisfacer tus necesidades, sino también de satisfacer las necesidades de los demás. Para ello, debes ser generosa, solidaria, empática y colaborativa.