En el día a día, a veces no nos damos cuenta de la cantidad de bacterias y malos olores que se acumulan en las plantillas o en los zapatos en general. A veces no basta solamente con meterlos en el lavarropas (ya que muchos calzados no pueden desinfectarse de esta manera), sino que también hay que darles una ayuda con otros métodos de limpieza.
¿Cómo limpiar las plantillas de los zapatos?
La opción que no falla nunca y que sin dudas es la más económica es untar un cepillo de dientes en jabón blanco. Para que el mismo genere un poco de espuma, puedes mojarlo un poco. A continuación frota el cepillo en las plantillas y en el interior de los zapatos, enjuágalos y déjalos secar al aire libre.
Si esta opción no limpia del todo tus plantillas, también puedes usar un poco de detergente o jabón para ropa sin fragancia. También puedes usar jabón o detergente para platos, el cual incluso servirá para retirar la grasa de los zapatos. Una vez que termines de limpiar los zapatos y las plantillas, se aconseja dejarlas secar sobre una toalla para que la misma absorba toda la humedad.
Muchos especialistas recomiendan usar también vinagre, ya que es un desinfectante natural que puede matar bacterias. En un envase con dosificador o pulverizador, mezcla partes iguales de vinagre y agua. Rocía tus zapatos con esta mezcla y déjalos secar al aire libre durante 30 minutos.
Esta mezcla de agua y vinagre no solo limpiará tus zapatos y plantillas, sino que también dejará tu calzado con un delicioso aroma. Si ves que la suciedad y las bacterias persisten, en lugar de rociar el calzado, lo que puedes hacer es introducir las plantillas en un bowl o recipiente con esta mezcla de agua y vinagre. Déjalas allí por un par de horas, enjuágalas y déjalas secar al aire libre.