La relación con tu madre es una de las más importantes y complejas de tu vida. Ella te dio la vida, te cuidó, te educó y te influyó de muchas maneras. Pero también puede ser una fuente de conflictos, frustraciones, heridas y resentimientos. Si sientes que tu relación necesita sanar, te damos 4 consejos para mujeres que quieren mejorar el vínculo con su progenitora.
Reconoce y acepta tus emociones
Lo primero que debes hacer para sanar la relación con tu madre es reconocer y aceptar tus emociones. No las niegues, reprimas o juzgues. Tienes derecho a sentir lo que sientes, sea amor, gratitud, admiración, pero también rabia, tristeza, decepción o culpa. Tus emociones son válidas y te ayudan a entender lo que necesitas y lo que te duele. Para reconocer y aceptar tus emociones, puedes escribir un diario, hacer terapia, meditar o hablar con alguien de confianza.
Comunícate con tu madre de forma asertiva
El segundo consejo para sanar la relación con tu madre es comunicarte con ella de forma asertiva. Esto significa expresar lo que piensas y sientes de forma clara, respetuosa y honesta, sin agredir ni someterte. La comunicación asertiva te permite establecer límites, hacer peticiones, dar feedback y resolver conflictos de forma constructiva.
Empatiza con tu madre y pon en perspectiva su historia
El tercer consejo para sanar la relación con tu madre es empatizar con ella y poner en perspectiva su historia. Esto significa intentar comprender su punto de vista, sus motivaciones, sus sentimientos y sus circunstancias. No se trata de justificar o minimizar sus errores, sino de entender por qué actuó como actuó. Para empatizar y poner en perspectiva su historia, puedes preguntarle sobre su infancia, su juventud, sus sueños, sus miedos, sus logros y sus fracasos.
Perdona a tu madre y perdónate a ti misma
El cuarto y último consejo para sanar la relación con tu madre es perdonarla y perdonarte a ti misma. El perdón es un acto de amor propio que te libera del rencor, el dolor y la culpa. El perdón no significa olvidar o negar lo que pasó, sino aceptarlo y soltarlo. El perdón no significa reconciliarte o volver a confiar, sino dejar de sufrir por ella. Para perdonar y perdonarte a ti misma, puedes hacer un ritual simbólico, como escribir una carta de perdón y quemarla o enterrarla.