¿Buscas tener tu piel sana y reluciente pero sin tener que gastar fortunas? Entonces no puedes perderte el paso a paso para preparar esta fabulosa mascarilla casera de aloe vera que te ayudará a combatir las arrugas. La planta medicinal capaz de limpiar tu rostro y eliminar las células muertas de forma efectiva. En pocos minutos tu cutis quedará hidratado, joven, radiante y hermoso.
El aloe vera es un poderoso hidratante y regenerador de la piel. Sus propiedades son sumamente efectivas para combatir el envejecimiento y lucir un rostro radiante. Además, esta planta es muy utilizada dentro del mundo de la belleza gracias a sus numerosos beneficios.
¿Cuáles son los beneficios del aloe vera en la piel?
- Hidratante natural: ayuda a retener la humedad en la dermis para que esta no se reseque. Llega hasta las capas internas de la piel, nutriendo todos sus tejidos y logrando hidratar hasta las pieles más secas.
- Limpieza profunda: elimina toda la suciedad que puede generar la aparición de impurezas en la piel. Un gran astringente que limpia los poros profundamente.
- Combate el acné: sus cualidades astringentes, antibacterianas, limpiadoras y regeneradoras, son ideales para combatir aquellas bacterias que provocan los granos. Además, alivia la piel dañada y la desinflada, evitando la aparición de nuevos brotes.
- Antiarrugas: estimula la producción de colágeno y protege la piel de la acción de los radicales libres, logrando combatir efectivamente los signos de envejecimiento.
Mascarilla de aloe vera para combatir las arrugas
Esta mascarilla es uno de los tratamientos anti-edad caseros más efectivos. En simples pasos podrás prevenir la aparición de signos de la edad y lucir un rostro rejuvenecido, hidratado y radiante.
Ingredientes:
- 1 hoja de aloe vera
- 1/2 pepino
- 2 cucharas de miel
- Un poco de leche
Una vez que ya tienes todos los ingredientes, podemos comenzar su preparación. En primer lugar, retira la pula de la hoja de aloe vera con ayuda de una cuchara. Luego, añades el pepino (previamente pasado por licuadora), la miel y la leche. Mezclas todo hasta lograr una consistencia uniforme.
Cuando tu preparación está lista, la aplicas sobre tu rostro con la ayuda de una brocha. Dejas actuar 30 minutos y la retiras con abundante agua fría o tibia. Rápidamente notarás como tu piel queda suave y totalmente renovada.