El café es utilizado en el mundo de la gastronomía, medicina, cosmetología y también en la jardinería. Debido a sus propiedades es considerado un aliado en el cuidado de las plantas. Además, a diferencia de otros abonos, es económico y contribuye al cuidado del medio ambiente, ya que se le brinda una segunda oportunidad.
El café contiene una proporción de nitrógeno y fósforo, que resultan efectivos para nutrir la tierra, ayudando al crecimiento de las plantas y a su floración. Por este motivo es utilizado como fertilizante y sus resultados son asombrosos.
Beneficios del café
- Contiene nutrientes como el nitrógeno, el potasio y el fósforo, que incrementan el crecimiento de las plantas.
- El café ayuda a mantener la acidez del suelo y lo hace apropiado para cultivos como azaleas, rododendros, hortensias y arándanos.
- Debido a sus propiedades se considera un repelente natural por lo que es ideal para controlar las plagas.
- Promueven la sostenibilidad ya que se recicla y se le vuelve a dar un uso.
¿Cómo preparar el abono?
Lo primero que debes tener en cuenta es guardar las bolsas o los restos de café una vez que las utilices. Luego debes proceder a secarlo para no se llene de hongos. Una vez seco se debe guardar en un recipiente hermético y estará listos para usarse.
Se puede incorporar agua y regar como de costumbre la planta. También se puede agregar el café seco alrededor de la raíz, o ir removiendo la tierra para que el abono llegue bien a la planta. Se debe ser constante y repetir el proceso al menos cuatro veces al mes. Para mayores resultados se aconseja utilizarlo al menos ocho veces al mes.
De esta manera, obtendrás un fertilizante natural, económico, ecológico y que alejará las larvas y plagas de tu jardín. Tus plantas revivirán notablemente ya que no estarán expuestas a componentes químicos.