Muchas veces, cuando tenemos frutas y verduras podridas, terminamos tirando las mismas a la basura. Sin embargo, lo mejor que podemos hacer con las frutas y verduras en mal estado es convertirlas en fertilizantes caseros para aplicar en nuestras plantas y que las mismas crezcan fuertes y sanas.
¿Cómo hacer un fertilizante casero con frutas y verduras?
Una de las frutas que pueden aprovecharse para crear un fertilizante casero es la banana, también conocida como plátano. Lo mejor es hacer lo que se conoce como 'té de banana', ya que esta preparación le aportará mucho potasio a tus plantas. Hay muchos cultivos a los que les es interesante este aporte de potasio, como pueden ser las zanahorias, las habas y muchos más.
Por otro lado, puedes hacer un fertilizante casero para plantas a base de cáscaras de huevo, un residuo que suele tirarse directamente a la basura cuando cocinamos. La cáscara de huevo puede usarse como fertilizante y como repelente de insectos en las plantas.
Machaca las cáscaras de huevo hasta obtener un polvo. Rocía el polvo en la base de las plantas, o en bloques, creando una especie de anillo en la base de la planta: esta barrera puede guardarlas de los caracoles y algunas orugas.
Ventajas o beneficios de los fertilizantes caseros
- Aprovechamos los residuos orgánicos.
- Aumentan la actividad microbiana del suelo y de la tierra.
- Recuperan la materia orgánica del suelo.
- Retienen nutrientes y permiten la fijación de carbono en el suelo, así como mejoran la capacidad de absorber agua.
- Necesitan de menos energía para su elaboración.
Lamentablemente, no todo es color de rosas con los fertilizantes caseros, ya que también presentan desventajas, como por ejemplo el hecho de que pueden ser fuentes de patógenos si no están adecuadamente tratados.