Cuando nos vamos de vacaciones o cuando tenemos una rutina muy demandante, es normal que nos olvidemos de regar las plantas. Esto hace que las mismas se marchiten. El riego es una tarea vital para que las plantas se sientan felices, al no recibir el aporte hídrico de la lluvia o la bruma, por ejemplo.
5 métodos de riego para que tus plantas de interiores luzcan saludables
Riego por arriba
El método de riego más común es el que se conoce como riego por arriba. El mismo se realiza mediante el uso de una regadera y lo que se busca es que el agua se vierta directamente sobre el sustrato. El riego debe ser uniforme para que el agua llegue a todos los rincones de la maceta.
Riego por inmersión
Este método consiste en sumergir el cepellón en agua durante uno minutos, para que la tierra se empape bien de agua. Este sistema es apropiado para las kokedamas, las orquídeas (Orchidaceae), las plantas con tallos muy tiernos y carnosos, así como la mayoría de los ejemplares en forma de roseta.
Pulverizar agua
Este es uno de los métodos más sencillos, ya que solo necesitarás una pistola o un envase con pulverizador para mojar las plantas.
Riego con un plato
Una opción fácil de realizar es el método conocido como riego con un plato. Es perfecto para aquellas especies que no soportan el exceso de riego y los encharcamientos. Consiste en poner agua en el platillo de la planta para que la planta absorba el agua a través de los agujeros de drenaje de la maceta.
Tecnología
Si te cuesta lograr el hábito de regar las plantas, la tecnología puede convertirse en tu mejor amiga. Actualmente viene muchas macetas que se "auto riegan" solas, y esto nos facilita la vida.
También existen muchas aplicaciones que pueden avisarte (a través de una alarma) cuándo debes regar una planta y cuánta agua debes brindarle.