Con el paso del tiempo, el cuerpo femenino va dejando de producir y de almacenar diversas proteínas o vitaminas de manera natural. Por ejemplo, está el caso del colágeno, el cual deja de ser producido por el cuerpo, y es por ello que debemos consumir productos o alimentos que lo contengan.
Es por ello que a continuación te diremos cual es la vitamina que si o si debes tomar si tienes más de 30 años. Esta vitamina te ayudará a mejorar tu salud femenina.
¿Qué vitamina deben consumir las mujeres a partir de los 30 años?
Se trata de la vitamina D, la cual es de vital importancia cuando se transita la menopausia. Esta vitamina es primordial para que nuestro cuerpo pueda funcionar correctamente y prevenir enfermedades como la osteoporosis.
La vitamina D es fabricada por diversos tejidos y órganos como el riñón, cerebro, colon, próstata, páncreas, células dendríticas, células endoteliales, glándula mamaria, piel y paratiroides.
Luego la misma se distribuye a las zonas del cuerpo que la requieren que no son pocos: Huesos, tejido adiposo, suprarrenal, médula ósea, cerebro, ovarios, músculos, páncreas, pulmones, hígado…
¿Qué enfermedades padece nuestro cuerpo ante la falta de vitamina D?
Si el cuerpo no posee o no recibe vitamina D, el mismo es más propenso a generar cáncer, esclerosis múltiple, artritis reumatoide, colon irritable, Alzheimer, Parkinson, esquizofrenia, osteoporosis, psoriasis, rosácea, epilepsia, infartos cardiacos, etc.
Beneficios de la vitamina D
- Regula la apoptosis o muerte celular programada.
- Promueve la autofagia, es decir, que las células se comen a sí mismas para eliminar las partes dañadas y reciclar las que sirven. Así, las células se renuevan y se protegen de enfermedades.
- Antiproliferación y diferenciación celular de la piel.
- Fortalece el sistema inmune gracias a la inmunomodulación de linfocitos, macrófagos y células dendítricas.
- Protege el corazón, los riñones y el tejido nervioso.
- Regula la glucosa en sangre.
- Tiene acción antimicrobiana y antiangiogénica (impide la formación de nuevos vasos sanguíneos que, por ejemplo, un tumor necesitaría para crecer)