La caída del cabello es un problema que afecta a muchas personas y puede deberse a diferentes factores. Ya sea por herencia, problemas hormonales, una mala alimentación, estrés y el uso de diferentes productos, la caída del cabello se puede tratar con diferentes tratamientos. Sin embargo, algunos terminan siendo muy costosos, por lo que se recomienda acudir a remedios naturales o caseros.
Una de as fórmulas más efectivas apara contrarrestar la caída, son los aceites esenciales. Estos productos contienen propiedades orgánicas que contribuyen a evitar el desprendimiento del pelo del cuero cabelludo. En esta nota te mostraremos como realizar un champú a base de aceites para que tu melena luzca siempre completa, sana y fuerte.
¿Cómo se prepara este champú casero?
Para realizar este champú necesitaremos un champú sin sulfato y una pequeña cantidad de aceites de romero, salvia, tomillo y lavanda. En un recipiente, debemos mezclar nuestro champú sin sulfato y agregar 10 gotas de cada aceite. El siguiente paso será mezclar bien los ingredientes y pasar la mezcla a un recipiente con tapa. Al momento de utilizarlo, se debe acompañar con suaves masajes para que cuero cabelludo absorva los aceites.
Estos aceites aportan importantes beneficios a nuestra melena. Por un lado, la lavanda mejora la circulación sanguínea, estimula el crecimiento desde la raíz y combate la caspa por sus activos antiinflamatorios y antisépticos. El romero, por su parte, genera crecimiento fortaleciendo las raíces y evitando un pelo fino y quebradizo. Por otra parte, el tomillo con sus propiedades antisépticas y antifúngicas combate la caspa y los hongos, fortalece el cabello y le brinda un mayor crecimiento y brillo. Finalmente, la salvia actúa regenerando la fibra capilar y estimulando el crecimiento del pelo.
Con este champú no tendrás que preocuparte por la caída del cabello, ya que sus activos penetrarán en el cuero cabelludo, devolviéndole la fuerza y el brillo. Esta opción no solo dejará tu pelo sano y fuerte, sino que te permitirá ahorrar y no gastar en productos químicos que pueden dañar tu pelo.