Con el paso de la edad se empiezan a notar más las arrugas y las líneas de expresión. Los tratamientos estéticos como la inyección de botox prometen disimular estos signos del envejecimiento, pero es necesario invertir dinero y someterse a pinchazos con agujas. Estos tratamientos deben aplicarse en zonas adecuadas para evitar daños en la piel y en el rostro.
El botox permite lograr un efecto rejuvenecedor contrayendo el músculo y disimulando arrugas. Este relleno se aplica en los surcos cutáneos peor hay zonas del rostro en las que no se debe aplicar botox para no exponer a que nuestro rostro sufra deformaciones temporales.
Esta es la zona del rostro dónde no debes aplicarte botox
Los expertos aconsejan no colocarse la toxina botulínica en la frente, ya que esos músculos son los que comprometen la mirada y pueden provocar la caída del parpado. En su lugar, recomiendan aplicarlo en el entrecejo para evitar estas situaciones. Si el parpado se cae el botox no producirá su efecto, ya que el rostro lucirá desmejorado y dará la sensación de cansancio.
En varios tratamientos con botox se ha observado que los parpados se caen. Esto se debe a que se coloca el producto en un lugar equivocado o que se inyecta demasiado. El botox relaja el músculo, y puede provocar que aquellos que sostienen los párpados o las cejas, se acentúen hacia abajo brindando un efecto de envejecimiento.
Un punto a favor es que esta condición no es permanente, pero puede durar días, semanas o hasta que dure el efecto del tratamiento. Por este motivo, los expertos advierten del uso del botox en la frente y aconsejan no colocar demasiado producto en la zona o que los pinchazos estén alejados uno de otros.