Los amantes de la jardinería saben que en el cultivo y cuidado de las plantas nos enseñan lecciones para la vida. En cada nueva especie aprendemos que hay una conexión enorme con la naturaleza y con también con la espiritualidad. Por esto, incluso hay un santo que te pude guiar y proteger cuando hagas tareas en tu jardín, te contamos aquí cuál es su nombre y por qué tiene que ver con tus cosechas.
Este es el santo de la jardinería
Si tú eres de las personas que cree en los santos y encomiendan en ellos sus deseos profundos, entonces te encantará saber que San Fiacre es el santo de la jardinería. Se cree que él tiene una relación muy cercana con la naturaleza porque hay una leyenda que dice que creó un jardín hermoso de hierbas curativas para la gente en Francia, de modo que a él puedes acudir para que te guíe en un crecimiento sano de tus plantas.
Dado que la leyenda cuenta que él hizo crecer un jardín maravilloso para brindar salud a las personas, este santo de la jardinería podría apoyarte a cultivar de una mejor forma, pues las creencias dicen que puede intervenir en que tus cosechas sean ricas, fructíferas y pronto tengas floraciones preciosas. Puedes conectar con él, al mismo tiempo que le ofreces a tus plantas un buen abono, riego y cuidados, según la especie.
¿Por qué la jardinería podría darte paz?
San Fiacre, el santo de la jardinería, nos muestra que la naturaleza puede incluso estar al servicio de la humanidad con plantas curativas. Pero existen también otras razones por las cuáles podrías empezar a pensar en crear tus propios cultivos; según el jardinero profesional Joe Lamp'l, mediante el cuidado de las plantas podrías tener grandes beneficios para tu salud mental, como reducir el estrés al dedicarle tiempo al riego, la contemplación de tus flores y el tacto de las manos sobre la tierra.
Aunque el santo de la jardinería puede ayudarte a crecimientos rápidos y bellos, pero Joe Lamp'l menciona también que la jardinería enseña a ser paciente, tolerante a la frustración y más optimista porque cada proceso de planta es diferente y, a menudo, es posible que haya fracasos. Cuando un fruto o flor no se da como esperamos, la jardinería nos da el aprendizaje de aprender a aceptarlo, reconocer los errores y volverlo a intentar con la confianza de que la siguiente vez sí funcionará.