La toxina botulínica es el ingrediente activo en tratamientos de marca como Botox, Dysport, Xeomin y Jeuveau. Aunque la toxina botulínica ha sido bien estudiada para una variedad de usos, no ha habido ensayos clínicos a gran escala sobre su uso a largo plazo para prevenir arrugas. La evidencia que lo respalda es principalmente anecdótica o basada en estudios pequeños, a menudo financiados por empresas que venden el fármaco.
Aun así, muchos dermatólogos y cirujanos plásticos dicen que el Botox puede detener temporalmente algunas arrugas de formarse. Para entender por qué puede prevenir arrugas, piensa en la piel joven como una pieza prístina de papel, dijo Ife J. Rodney, una experta en dermatología en Fulton, Md.
En qué consiste el tratamiento de Botox preventivo
El tratamiento no es permanente y no funciona para todos los tipos de arrugas. El Botox preventivo y fármacos similares también pueden ser costosos: puede costar desde un par de cientos hasta miles de dólares por un solo tratamiento, con resultados que duran unos pocos meses.
Aunque todos los fármacos llevan algunos riesgos, y Botox a veces puede resultar en efectos secundarios no deseados, el tratamiento generalmente es considerado seguro. Según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, alrededor de 127.000 personas en sus 20s y alrededor de 1,6 millones de personas en sus 30s recibieron el procedimiento en 2022.
Mientras el Botox se presenta como una opción tentadora para prevenir arrugas, los expertos aún debaten sobre su efectividad a largo plazo y los posibles riesgos asociados. Aunque popular, su aplicación requiere consideración cuidadosa y consulta con profesionales médicos para determinar su idoneidad para cada individuo.