En un mundo lleno de noticias, es importante también nutrir el espíritu con las enseñanzas sagradas que nos llegan a través de las lecturas del día. Hoy nos sumergimos en el Libro de los Hechos de los Apóstoles, donde encontramos relatos que inspiran y fortalecen nuestra fe. Este es el evangelio de hoy.
Evangelio 20 de abril
La lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 9, 31-42) nos traslada a un momento de paz y consolidación en las comunidades cristianas. Es un periodo de progreso y multiplicación, impulsado por el Espíritu Santo, que infunde ánimo y fortaleza en los creyentes. Pedro, uno de los principales discípulos de Jesús, recorre la región llevando consigo el mensaje de salvación y realizando milagros que testimonian el poder de Dios, dice el evangelio.
El evangelio también comenta que en Lida, Pedro se encuentra con un hombre llamado Eneas, que llevaba ocho años postrado en cama debido a una parálisis. Con unas palabras llenas de autoridad y fe, Pedro le ordena levantarse, y en un instante, Eneas recupera su salud. Este milagro no solo impacta a Eneas, sino que también conmueve a toda la comunidad, llevando a muchos a convertirse al Señor.
La narrativa del evangelio nos presenta también el caso de Tabitá, una mujer virtuosa que realizaba obras buenas y ayudaba a los más necesitados. Sin embargo, la enfermedad la alcanza y fallece, dejando un vacío en el corazón de aquellos que conocieron su generosidad. Pero la historia no termina ahí. Los discípulos, al saber que Pedro se encuentra cerca, lo llaman con urgencia para que acuda a Jafa. Y Pedro, guiado por el Espíritu Santo, devuelve la vida a Tabitá, llenando de asombro y fe a todos los presentes.
Estos relatos del evangelio nos invitan a reflexionar sobre la importancia de la fe y la acción en nuestra vida cotidiana. Nos recuerdan que, incluso en los momentos más oscuros y difíciles, la presencia de Dios puede transformar nuestra realidad y darnos esperanza. A través de los milagros de Pedro, vemos el poder restaurador de la fe y la compasión, que pueden sanar cuerpos y almas.