La onicomicosis, esa incómoda invasión de hongos en las uñas de manos y pies, puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Sin embargo, la solución a este problema no se encuentra en costosos tratamientos ni en medicamentos recetados para el bienestar de tu piel. Sorprendentemente, la respuesta está en una planta que todos tenemos en nuestra cocina: el ajo.
El poder del ajo
El ajo, más allá de su uso culinario, es un auténtico aliado contra los hongos en la piel. Su acción antifúngica y antimicrobiana ha sido reconocida desde 2009. No solo ayuda a combatir los hongos existentes, sino que también previene su aparición. ¿Quién quiere lidiar con el pie de atleta o la tiña del pie?
Tratamiento natural
El ajo es fácil de incorporar a tu rutina. Puedes aplicar ajo fresco directamente sobre las áreas afectadas o preparar una infusión con dientes de ajo machacados. Su compuesto activo, la alicina, es el responsable de su efecto antifúngico. ¡Adiós a los hongosde tu piel!
Alternativa a los Antifúngicos Orales
Aunque los antifúngicos orales son comunes en el tratamiento de los hongos, no están exentos de efectos secundarios. El ajo, en cambio, es una opción natural y segura. Además, su aroma característico no solo alejará a los hongos de la piel, sino también a los vampiros (broma aparte).
Cómo usar el ajo
Puedes aplicarlo de manera directa sobre la piel, para ello debes pelar un diente de ajo y frota su parte interna sobre la zona afectada. Repite diariamente. De otra manera, puedes hacer una infusión, machaca varios dientes de ajo y agrégalos a agua caliente. Deja reposar y aplica la infusión sobre la piel.