Si estás en busca de rejuvenecer tu piel, seguramente ya has escuchado del colágeno como parte fundamental para lograr quitarnos algunos años de encima. Esta proteína juega un papel muy importante para la textura y firmeza de la piel, no solo del rostro, sino del cuerpo completo. En caso de que no sepas cómo consumirla, aquí te contamos de una alternativa con el caldo de colágeno que funciona como pócima antienvejecimiento.
¿Por qué es tan importante el colágeno para lucir jóvenes?
Lo vemos en cremas, sérums, bebidas, cápsulas y más. Las presentaciones del colágeno para consumirlo y rejuvenecer han aumentado con el paso de los años y la tecnología, pero también se encuentra en algunos remedios caseros, como el caldo de colágeno que te contamos aquí. Esta proteína es muy popular y buscada por muchas personas porque, de acuerdo con la Academia Nutrición y Dietética, mantiene la elasticidad y firmeza de la piel.
Cuando se cuenta con una buena cantidad de colágeno, no hay aparición de arrugas y flacidez. Sin embargo, aunque es una proteína natural que produce el cuerpo humano, con el paso del tiempo es posible que cada vez sea más difícil producirlo. Según el médico Manuel Vicente Leis del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica de España para Yahoo, entre los 25 y los 40 años se deja de producir la misma cantidad de colágeno.
Así se prepara el caldo de colágeno antienvejecimiento
Aunque el envejecimiento es una etapa por la que todos los seres humanos tenemos que pasar, pues es parte de la naturaleza del cuerpo, es posible tomar algunas acciones que retrasen la llegada de las arrugas. Existen muchas alternativas en el mercado, pero los alimentos son el inicio de cualquier cambio en el sistema, por eso, te recomendamos preparar el caldo de colágeno antienvejecimiento a base de huesos de pollo.
Paso 1
Coloca en una bandeja para horno los huesos de pollo, el ingrediente principal para el caldo de colágeno. Asegúrate de que tengan la menor cantidad de carne posible. No hay una cantidad exacta, el concentrado dependerá de qué tantos huesos decidas usar.
Paso 2
Lleva al horno la bandeja con huesos para el caldo de colágeno. Deja pasar 20 minutos hasta que luzcan un poco más dorados.
Paso 3
En una olla, coloca los huesos del caldo de colágeno y vierte cerca de un litro de agua. Lleva a fuego para que todas las propiedades de los huesos se expandan. Cuando notes que el agua toma un tono más oscuro, deja enfriar y lleva a un recipiente.
La manera de consumir el caldo de colágeno la puedes elegir según lo que más te guste, es decir, es posible comerlo caliente, en un día frío, como cualquier otro caldo o, en caso de que te guste la textura de las gelatinas, te recomendamos refrigerarlo por tres horas hasta que tome la consistencia gelatinosa para comer a cucharadas. Para mejores resultados, recuerda tener un descanso óptimo que impida que tu rostro luzca cansado.