En la actualidad el Príncipe William es uno de los personajes más buscados y aclamados por la prensa mundial y la sociedad en general. Su figura creció inmensamente desde la muerte de su abuela, la reina Isabel II y su consecuente ascenso a ser el siguiente en línea para asumir la corona inglesa. Todos sus movimientos son monitoreados al detalle y es por ello que debe cuidarse de cada paso y cada palabra que da en público.
Lamentablemente para este tipo de personas nada les puede salir mal porque inmediatamente todo estará en los principales títulos de los periódicos y los noticieros, es por ello que siempre intentan salvaguardar su imagen y prestigio en cada evento privado que hacen. Ese fue el caso de una de sus últimas salidas con amigos donde el plan sencillamente era comer en un buen sitio con un importante grupo y las cosas no comenzaron como esperaban.
El sitio escogido para este evento privado fue el lujoso restaurante Seacroft en Trearddur Bay, Holyhead, en el Reino Unido. La noche marcha con normalidad cuando al arribar al sitio les negaron el paso afirmando que uno de sus principales cheff estaba de baja por enfermedad y que no podría recibirlos. Lamentablemente tanto para el dueño del restaurante que se moría de la vergüenza como para los 20 comensales no había manera de ubicarlos.
Afortunadamente para el grupo de amigos el dueño pidió ayuda para solucionar el inconveniente y llamó a un restaurante de lujo cercano logrando de este modo ubicar a los importantes clientes. “ Pensaron que era una broma que se trataba del Príncipe William y sus amigos. Tuvieron que llamar tres o cuatro veces y decir “no, esto es real”
Afortunadamente para todos la historia terminó bien ya que el grupo de amigos con el Príncipe William a la cabeza pudo comer y todos salieron bien parados del evento.