Por largos años el rey tuvo una relación clandestina con la empresaria alemana Corinna Larsen. Juntos vivieron un amor que era más cercano a un matrimonio que a una pareja de amantes. Ella recientemente ha ventilado muchas historias por las que pasaron juntos en su podcast que está dando grandes dolores de cabeza a la familia real. Sin ningún tipo de temor a las represalias la mujer habla abiertamente de todos los detalles que ha tenido Juan Carlos I para con ella de manera secreta.
En esta oportunidad ha llegado el capítulo número 3 de su ya famoso podcast en el que ha contado un detalle más que significativo de lo que fue su importante e intenso romance que trascendió un pequeño affaire para ser una gran historia de amor. Todos en el círculo íntimo del rey emérito sabían que Corinna Larsen no era una amante más del montón.
Tal es así que la empresaria alemana ha confesado tener un anillo con un diamante gigante que le entregó el rey emérito Juan Carlos a modo de compromiso. Independientemente de estar casado y de ser el rey de España, la figura más pública posible, él tenía claras intenciones de divorciarse de su esposa y casarse nuevamente con ella.
"El Rey Juan Carlos me regaló un anillo de compromiso gigantesco más simbólico que vinculante, se lo enseñaba orgulloso a sus amigos" confesó sin tapujos Corinna Larsen, dando muestra de que para el rey ella era la número uno.
"Siempre fui muy discreta, sólo sabían sus amigos íntimos de Madrid nuestra relación. Si teníamos una cena, me ponía el anillo. Estaba orgulloso de ello, se lo enseñaba a sus amigos y todas las esposas lo querían ver. Sólo tuve la precaución de llevarlo en reuniones donde pudieran surgir rumores en torno al palacio".