La familia real británica se vio dividida hace unos años con la polémica decisión del Príncipe Harry de abandonar sus obligaciones con la casa real inglesa y mudarse a Estados Unidos para vivir allí junto con su esposa Meghan Markle y su hija. Desde ese momento comenzó una silenciosa guerra entre todos los miembros de la familia contra Harry, pero especialmente contra su esposa ya que la acusan de ser la responsable del distanciamiento.
El asunto es que a partir de esta guerra fría una de las relaciones que más se quebró fue la de Harry con su padre, el actual rey Carlos III, tanto el cómo la difunta reina Isabel II nunca aceptaron la decisión de Harry y se lo hicieron saber siempre que pudieron al no llevar una buena relación con su esposa Meghan Markle.
Toda esta olla a presión explotó cuando falleció Isabel II y la pareja tuvo que viajar al entierro de la difunta reina. En Balmoral esperaban al Príncipe Harry para un evento familiar pero le negaron el hecho de que fuera con su esposa, suceso que disgustó de sobre manera al príncipe y lo hizo tomar una serie de decisiones que lo alejaron aún más de su padre.
Es que una noche su padre Carlos III, su hermano el Príncipe William, y la esposa de su padre Camilla Parker Bowles lo esperaban a cenar y tener un momento familiar grato, pero en señal de repudio a todos ellos dijo a último momento que no acudiría y los dejó completamente plantados. El príncipe Harry prefirió quedarse con su tío Andrés y Eduardo
La situación jamás se recompuso y en cuanto terminaron todos los eventos oficiales para despedir a la reina Isabel II el príncipe Harry y su familia cogieron el primer vuelo hacia los Estados Unidos para continuar su vida lejos de la familia real con la que tantos conflictos tienen.