Es una realidad que ser rey de un país conlleva grandes responsabilidades, o al menos, trae aparejado miles de eventos a los cuales no puede negarse ir. Esta es la vida del rey de España, el Rey Felipe, quien debe representar a lo largo y ancho del planeta a nuestra España querida allí donde haya un evento internacional de relevancia.
Si el mismo tiene que ver con pares de la monarquía o presidentes de naciones medianamente importantes, nuestro rey decide viajar allí y mantener una relación cordial con todas las naciones libres y democráticas que existan alrededor del globo. Siempre es sano y recomendable poder mantener las alianzas con todo el mundo y una manera de hacerlo es estando y poniendo la cara en los momentos trascendentales.
Es por ello que el 1 de Enero a las 2 de la mañana, con las uvas recién consumidas y quizá sin haber podido ver a sus niñas y su esposa Letizia, el rey Felipe se podrá rumbo a Brasil para poder estar durante el día en la asunción de Lula Da Silva como presidente de todos los Brasileños.
La realidad es que Felipe VI tampoco estará lejos de casa por mucho tiempo. El mismo 2 de enero, cuando termine la ceremonia de Lula Da Silva, regresará a nuestro país con tiempo suficiente para despedirse de la princesa Leonor, antes de que regrese al UWC Atlantic College de Gales, donde estudia el Bachillerato Internacional.
En cuanto a las fiestas, el plan familiar es el 5 de enero visitar al padre de la Reina Letizia, el Sr Jesús Ortiz y de ese modo comer todos juntos el tradicional roscón navideño. A pesar de los compromisos y el trabajo, el rey Felipe no quiere dejar de lado sus deberes como padre de familia y siempre busca acomodar sus responsabilidades como monarca de su reinado.