Charlene de Mónaco es una de las royals más reservada dentro de la realeza europea. La esposa de Príncipe Alberto de Mónaco no es de hablar de la prensa sobre su vida privada y su función está supeditada a la agenda de la Corona. En la época de la pandemia sufrió de una enfermedad que tuvo que refugiarse en Sudáfrica para recuperarse lejos de sus hijos Jacques y Gabriella.
Tras cumplirse 10 años del nacimiento de su fundación, Charlene de Mónaco enfrentó los micrófonos y dio detalles de su vida personal. Sus hijos gemelos Jacques y Gabriella son su gran responsabilidad en la vida y su rol como miembro de la Corona. “Jacques y Gabriella nacieron con responsabilidades y deberes. Todavía son niños, pero están empezando a entender sus roles”, dijo en una entrevista a Monaco Matin.
Desde muy pequeños, tanto Jacques y Gabriella fueron parte de la actividad oficial de su padre Alberto de Mónaco. “Con mi esposo, cuando tenemos que ir a un evento, les explicamos qué evento es y cuál es la ceremonia”, comentó Charlene de Mónaco. La princesa prepara a sus hijos para que se familiaricen con lugar dentro del Palacio.
Su pasión por los animales
Charlene de Mónaco no se olvida de sus raíces. Ella nació en Zimbabwe, pero desde pequeña se mudó con su familia a Sudáfrica por problemas políticos. Su compromiso por las causas de los derechos de los animales ocupa un lugar importante en su agenda. “Crecí en Sudáfrica, rodeada de animales. Y hoy sigo viviendo con seis perros, mascotas y animales de granja”, dijo.
La princesa le enseña esos valores tanto a Jacques como a Gabriella para que en futuro sigan por el mismo camino. “Es muy importante para mí inculcar estos valores en mis hijos. Y hemos podido crear conciencia sobre estos temas en varias ocasiones durante los viajes familiares a Sudáfrica”, expresó Charlene de Mónaco. Su fundación apoya más de 500 proyectos en 43 países con diferentes ayudas.