La realeza monegasca está plagada de grandes figuras y su elegancia y glamour es de niveles épicos. Ser de Mónaco ya marca una diferencia y si encima eres parte de los royals significa que estás a otro nivel. Eso es exactamente lo que sucede con la vida de Pauline Ducruet, la sobresaliente hija de Estefanía de Mónaco que muchos afirman es increíblemente parecida a su madre en todos los aspectos.
El físico no es lo único que los une, algo que es incontestable ya que si posan juntas indudablemente están relacionadas. Las comisuras de los labios y los rasgos faciales son idénticos con la obvia diferencia del paso del tiempo en el rostro de Estefanía de Mónaco quien se ve bastante mayor. Pero para sumarle más similitud al asunto, ambas tienen un gusto por la moda bastante parecido.
Las dos tienen una personalidad un tanto más descontracturadas, y aunque aman estar elegantes y vestirse como corresponde a una mujer royal, suelen pasearse con vaqueros rotos y con camisetas o trajes de chaqueta y pantalón de corte oversize, reemplazando los vestidos por algunas prendas más irreverentes y originales.
Distintos son los looks de la hermanastra de Pauline Ducruet, también hija de Estefanía de Mónaco, la royal Camille Gottlieb quien es más apasionada de la formalidad y los vestidos de gala. Ella siempre ha sido más lady en todos los aspectos y es normal verla siempre con grandes vestidos y en el día a día utiliza prendas delicadas y exclusivas haciendo honor a su fama de niña delicada y consentida.
Es interesante saber que la infancia de Pauline Ducruet no fue rodeada de palacios y joyas sino de payasos y jirafas, puesto que su madre abandonó la vida royal para vivir en un circo cuando se enamoró de un domador de elefantes. Evidentemente su vida no ha sido para nada convencional.