La familia real sueca puede que no tenga la misma atención mediática que la española, la británica o la de los Países Bajos, pero sin dudas es una de las familias reales que sigue manteniendo varias de sus costumbres y reglas, como por ejemplo la organización de las bodas y celebraciones religiosas.
Una de las bodas más majestuosas e increíbles de la familia real sueca fue la de Victoria de Suecia y Daniel Westling. Los príncipes dieron el ‘sí quiero’ hace 12 años en una ceremonia muy emotiva. La misma se realizó el 19 de junio de 2010 en la Catedral de San Nicolás de Estocolmo, el mismo día sus padres celebraban 34 años de casados.
La boda entre Victoria de Suecia y Daniel Westling se hizo esperar durante muchos años, ya que el Rey Gustavo no quería que su hija se casara con él. Ambos se conocieron en 2001, en el gimnasio donde él era entrenador personal, pero no formalizaron su relación hasta el 2002. Para su boda, la princesa Victoria de Suecia utilizó un vestido diseñado por el sueco Pär Engsheden y llevó la tiara de Camafeos, la misma que utilizó su madre, la reina Silvia, el día de su boda.
Durante la ceremonia, Victoria de Suecia rompió con la tradición sueca y recorrió el camino hacia el altar primero, del brazo de su padre el rey Gustavo y, la segunda mitad del recorrido, junto a su prometido. La ceremonia duro tan solo media hora y la pareja se mostró muy emocionada.
Daniel Westling adquirió el título de príncipe automáticamente, y el joven no pudo evitar soltar una carcajada tras escucharlo en la boca del arzobispo. Más de 6.000 soldados desfilaron en honor a los novios. La pareja llegó al palacio real, donde los esperaban más de 300 invitados para celebrar su casamiento.