La reina Isabel II fue, sin lugar a ningún tipo de duda, una de las líderes más poderosas e influyentes de esta última parte de la historia. Su mandato ha sido uno de los más largos y, por lo tanto, fueron varios los cambios y hechos históricos de los que fue parte o espectadora de lujo.
Su destino inicial no era el de ser reina, ero cuando su tío Eduardo VIII decidió abdicar por amor, fue su padre Jorge VI el que ascendió el trono, por lo que ella, de muy chica comenzó a ser educada para algún día ser la que la tome el lugar de su padre, aunque si hubiese sido por ella, ese día jamás habría llegado.
Educada en casa por diferentes profesores, la Reina Isabel II nunca llegó a realizar estudios universitarios, pero eso no le impidió tener una gran cantidad de conocimientos, incluso superiores al de muchos graduados y siempre se las arregló para saber sobre todos los temas en los que incursionaba.
La relación de la reina Isabel II con su padre, Jorge VI
La relación entre la Reina Isabel II y su padre, el rey Jorge VI era de un lazo estrecho, se admiraban y se respetaban mutuamente y a través de él, ella aprendió muchas de las cosas que luego implementó cuando estuvo frente al trono, como la responsabilidad y el mantener a la familia lo más unida posible, pero también el mantener cualquier problema dentro de las paredes del palacio y por eso le molestaban tanto cuando se hacían públicos.
Para Jorge VI, Isabel II era uno de los motivos de mayor orgullo. Era la mayor de dos hijas y al no tener descendencia masculina, desde niña la fue preparando para que tome su lugar, aunque siempre sintió temor de que ella sufriera la soledad de sentarse en el trono. El amor que ambos se sentían incluso se puede ver en algunas fotos que han sobrevivido al paso de los años.
En 1947, la Reina Isabel II, en ese momento aún Princesa, se casó con el Príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, con el que tuvo cuatro hijos, siendo el actual rey Carlos III el primero de ellos. Era noviembre de 1948 y Jorge VI ya tenía su primer nieto, del que esperaba que una vez en el trono tomara su nombre.
Pero el Rey Jorge VI no pudo disfrutar mucho tiempo de su descendencia. Unos años después, en 1952, mientras la Reina Isabel II se encontraba de gira, él murió víctima de cáncer. Poco después fue la coronación de ella como reina y el inicio de uno de los mandatos más largos que la historia recuerde, pero también de una nueva era.