ESTÁ HERMOSA

La impresionante transformación física de Camille Gottlieb, la hija menor de Estefanía de Mónaco, tras perder 28 kilos

Camille Gottlieb decidió hacer un gran cambio en su cuerpo y asegura que se siente muy bien

Camille Gottlieb. Fuente: instagram @camillerosegottlieb
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Camille Gottlieb, la hija menor de Estefanía de Mónaco es la que tiene el perfil más bajo si se la compara con sus dos hermanos mayores, Louis y Pauline. La joven de 24 años, a pesar de que se muestra muy activa en las redes sociales no es tan conocida como ellos, por lo que te contaremos ciertos detalles sobre ella y cómo hizo para bajar 28 kilos y tener una increíble transformación física.

La hija menor de Estefanía de Mónaco tiene sus particularidades que llaman la atención de muchas personas. Por empezar, a pesar de su juventud, ella sueña con tener su propia familia y su piel guarda el arte de 10 tatuajes que se ha hecho a lo largo de su vida. Pero en las redes sociales, si hay algo que ha llamado la atención de sus seguidores ha sido su transformación física, que los llevó a preocuparse por su salud.

Camille Gottlieb. Fuente: instagram @camillerosegottlieb

Sin embargo, no había nada para preocuparse ya que Camille Gottlieb decidió bajar de peso por ella misma. Fue justamente durante el encierro que tuvo por la pandemia de Covid. Allí se cuestionó a sí misma por su peso y comenzó a hacer todo los esfuerzos posibles por reducir. Finalmente, se sacó de encima 28 ikilos.

“Iba por la vida sin hacerme ninguna pregunta. De hecho, estaba experimentando un conflicto interno y no estaba feliz con quien era. Decidí retomar mi vida. En unos meses bajé 28 kilos”, explicó Camille Gottlieb y aseguró que en la actualidad se siente muy bien consigo misma.

Camille Gottlieb. Fuente: instagram @camillerosegottlieb

Parte de ese sentirse bien de Camille Gottlieb no solamente tiene que ver con haber reducido su peso. También lo demuestra a la hora de no tener ningún tipo de problema en tatuarse la piel. En total son diez las inscripciones que tiene, todas ellas muy pequeñas y apenas perceptibles, “porque todo pasa en la cabeza”, argumentó a Hello Monaco.