La Reina Isabel II ha tenido a lo largo de sus 70 años en el trono algunas pasiones más ocultas que otras. Una de esas predilecciones han sido los autos. No todo en la vida de una soberana son vestidos, sombreros o caballos. La familia real británica cuenta con una gran colección de automóviles que son un verdadero lujo.
En el garage real que tiene la Reina Isabel hay verdaderas joyas de la industria automotriz. Algunos de estos coches los hemos podido apreciar en ocasiones muy particulares. La monarca no sale a la calle en ellos periódicamente. Tampoco otros miembros de la realeza utilizan estos vehículos a diarios. Son solo para ocasiones especiales, como un casamiento o un aniversario, como el jubileo de platino de este año.
Una parte de los coches, entre diferentes modelos de Range Rover, Aston Martin y Rolls-Royce, fueron compras auspiciadas por el Felipe de Edimburgo, marido de Isabel. Y uno de los más icónicos fue comprado en la década del 60. Hablamos de un Mercedes-Benz 600 Pullman Landaulet, un modelo que hemos podido ver en pocas ocasiones.
Un segundo modelo de coche de lujo es un Lincoln Cosmopolitan. Estacionado en el Garage Real, este clásico norteamericano fue el coche que eligieron los presidentes de Estados Unidos durante muchos años. Sim embargo, hay un dato curioso, nadie sabe muy bien como uno de estos exclusivos vehículos de Lincoln llegó a manos de la corona británica.
El tercer coche que vamos a destacar es todo un orgullo para la realeza. Hablamos de un Aston Martin DB6. En el mundo solo hay 1.788 unidades. Se dice que la Reina Isabel II llegó a manejarlo, sin chofer. Siendo un referente del “estilo inglés”, este vehículo fue manejado por el príncipe William, acompañado por Kate Middleton.