Charlene de Mónaco ha vuelto a la actividad pública y esto no ha sido gratuito. Según publicaciones especializadas en seguir la vida en el Principado, es literal que “no ha sido gratuito”. La relación entre el príncipe Alberto y la exnadadora sudafricana no tendría un arreglo en lo sentimental, pero sí en las cuentas bancarias.
Charlene de Mónaco y el Príncipe Carlos se han mostrado juntos desde que la princesa ha recuperado el equilibrio en su salud mental. Este regreso, desde Semana Santa a la fecha, ha tenido contadas apariciones públicas que mucho han dado que hablar. Si bien han colocado su mejor sonrisa junto a los mellizos, se ha hecho evidente que no hay muy buena química.
Según la revista francesa ‘Voici’, Charlene se ha comprometido a tener una actividad social según marque la agenda del Principado. Pero para eso ha puesto una condición: un pago de 12 millones de euros anuales. Esta es la parte de un acuerdo extraoficial y confidencial entre la la princesa y el príncipe, quien parece haber accedido a una serie de exigencias para mantener las apariencias dentro de la realeza monegasca.
Otra de las exigencias de Charlene de Mónaco es que no desea vivir en el palacio junto a su esposo. En cambio, desea residir en Suiza, donde espera continuar con el tratamiento para mantener su salud mental equilibrada. El acuerdo, al parecer, viene bien, ya que se pudo ver a la princesa junto a sus hijos en un reciente partido de rugby. Es más, Charlene ha compartido fotos de ese encuentro junto a Alberto.
Con este arreglo, es posible que los rumores sobre una eventual separación y un futuro divorcio empiecen a desaparecer. De todas maneras, la prensa internacional que sigue la vida de Charlene de Mónaco y el Príncipe Carlos parece tener otros planes, porque las noticias sobre la crisis que enfrentan aparecen todos los días. Por ahora, sabemos que hay fotos de una aparente familia feliz, pero dentro del palacio la realidad paree ser mus distante a esas imágenes.