Charlene de Mónaco viene atravesando unos meses muy complicados en cuanto a su salud. La familia real de Mónaco ha intentando ocultar lo que ocurre con la princesa, pero algunos detalles se han filtrado en la prensa. Lo que sí se sabe es que sufrió una delicada infección otorrinolaringológica durante su última estancia en Sudáfrica, lo cual la alejó de varios eventos oficiales.
Recientemente la princesa Charlene ha comenzado a retomar su agenda oficial como princesa, pero la prensa y el público en general se han mostrado muy preocupados al ver la nueva apariencia de la esposa del príncipe Alberto de Mónaco. “A Charlene se le aprecia un hematoma en el pómulo que podría ser la consecuencia de un lifting o de hilos tensores indicados, entre otras cosas, para la flacidez de las mejillas”, aseguran algunos dermatólogos expertos.
Al parecer, la princesa Charlene se habría sometidos a uno de los más eficaces para rejuvenecer el rostro sin cirugía con resultados muy naturales. Es un procedimiento indoloro, mínimamente invasivo y se puede volver inmediatamente a la vida normal. Incluso se dice que tras recibir alguno de estos tratamientos, la recuperación solo dura entre 7 y 10 días.
Además, Charlene tiene 44 años y en su rostro no se perciben líneas de expresión o marcas típicas de la edad. “La ausencia de arrugas en el tercio superior es gracias a la toxina botulínica que abre la mirada, resalta los ojos y difumina las arrugas de expresión. Es el tratamiento más demandado, el rey de la medicina estética”, asegura la doctora Beatriz Estébanez, experta en medicina estética de la Clínica Menorca.
La doctora Beatriz Estébanez también asegura que los labios de la princesa Charlene están perfectamente perfilados y muy hidratados, por lo que se cree que la princesa podría haberse retocado el volumen que se va perdiendo con la edad. En manos expertas y con un ácido hialurónico de buena calidad y específico para los labios, no se inflaman y se mantiene la forma original de la boca del paciente. Estos rellenos son biodegradables, reabsorbibles (al degradarse no dejan rastro en el tejido), no producen sensibilidad, ni alergias y se integran perfectamente en el tejido. Además, rehidratan, redensifican y nutren los labios.”