La reina Letizia es uno de los personajes más importantes de España y esto no de sebe sólo a su título. La monarca ha sabido llegar a la prensa y a la opinión pública con una imagen de estilo y personalidad que le son reconocidos a nivel internacional, sin embargo, no siempre fue así y su llegada a la Casa Real no fue de las mejores.
La reina Letizia, ha desarrollado un carácter que le ha sido sumamente necesario para poder abordar de la mejor manera el título de reina consorte. Al comenzar su relación con el entonces príncipe de Asturias, los amigos de este la bautizaron con un apodo que de seguro no fue del agrado de la reina.
Hace poco se dio a conocer en un programa de televisión, que la reina Letizia no mantiene una buena relación con su suegro el rey Juan Carlos, ya que este no la quería en la familia real y llegó a pedirle a su hijo que se divorciara de la actual monarca. No quedan dudas que la royal debió de ser muy fuerte, ya que el emérito y los amigos de su esposo, no le pusieron las cosas fáciles.
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Una de las informaciones que se dio a conocer es que la reina Letizia, tenía por costumbre utilizar la palabra jolines y por este motivo los amigos de Felipe VI, príncipe en ese entonces, empezaron a llamarle ‘la jolines’, un mote que puede resultar simpático, pero con el que tuvo que lidiar una de las mujeres más hermosas de la realeza europea.
La reina Letizia trabajó como periodista en periódicos y en cadenas de televisión, llegando a ser la presentadora del Telediario de la Televisión Española. Al parecer el Rey y actual marido de la monarca, se enamoró de ella al verla en la pantalla. Ella renunció a su actividad laboral, pocos meses antes de contraer matrimonio.