La historia de amor entre Grace Kelly y Raniero III le brindó al Principado de Mónaco un halo de fantasía y glamour que aún hoy perdura. Esa historia, que también tuvo sus condimentos de tragedia, generó una expectativa mundial para observar cómo se unía el universo de la realeza con el de Hollywood. Aquel compromiso que terminó con una boda despampanante tuvo un millonario detalle: un anillo.
Grace Kelly era una actriz reconocida que triunfaba en la edad de oro del cine. Incluso, ganó un premio Oscar por “La angustia de vivir”, film de 1954. Como no podía ser de otra manera, conoció al príncipe Raniero en Cannes, donde la intérprete había viajado para promocionar ‘Atrapa a un ladrón’, otra de las grandes producciones que protagonizó. Hubo flechazo y la historia comenzó a escribirse.
En tanto, el lujoso anillo que terminó en la mano de Grace Kelly apareció pro primera vez en la navidad de 1995. En aquella fiesta, el príncipe Raniero III si hincaba y le pedía matrimonio a la actriz. Desde ese entonces hubo encuentros de un lado y el otro del Océano Atlántico, hasta que se casaron en 1956.
El anillo que simbolizó la unión entre Grace Kelly y Raniero III es una valiosa joya. Según los especialistas que siguieron atentamente ese matrimonio, tenía un valor cercano a los 4,7 millones de dólares. La joya, de diseño único en el mundo, contenía un delicado diamante con corte esmeralda.
Tras el casamiento, Grace Kelly abandonó la actuación y se dedicó a su familia. Con Raniero III tuvieron tres hijos: Carolina, Alberto y Estefanía. En septiembre de 1982, la princesa consorte murió tras un accidente en coche y se convirtió en una leyenda dentro de la realeza europea.