Sin duda alguna la Princesa Ana no pasa para nada desapercibida. Es una de las royal que más llaman la atención y por supuesto su historia es una de las más interesantes de la familia real británica y del mundo. Su vida ha pasado por todas las situaciones habidas y por haber ya jamás se ha quedado quieta y ha sido multifacética. Ya sea en el deporte, con problemas legales, renuncias a la corona y hasta un secuestro formó parte de su vida. Sin dudas que un director podría hacer varias películas con su vida.
La hija de la Reina Isabel II sin dudas que ha aprovechado su vida, ahora con 71 años puede mirar atrás y decir con orgullo que realmente ha vivido y no se ha dejado nada en el tintero.
Un claro ejemplo de la gran vida de la Princesa Ana fue el hecho de haber sido deportista olímpica, algo poco usual en aquella época o del hecho de haber decidido quitarle los títulos de nobleza a sus hijos para que no fueran príncipes y entre otras cosas sufrió un intento de secuestro.
El 20 de marzo de 1974 la Princesa Ana y su esposo fueron interceptados por un coche cuando volvían al palacio de Buckingham provenientes de un acto benéfico. La situación fue tan dramática que su guardaespaldas recibió tres tiros en le pecho y la princesa afortunadamente no sufrió ningún daño. Cuando detuvieron al atacante descubrieron que era un joven de 26 años con problemas mentales. Dentro del coche del muchacho había una nota en la que exigía 3,5 millones de euros por devolver sana y salva a la princesa Ana.
Pero lo que manchó la reputación de la Princesa Ana fue una denuncia penal en su contra cuando un bull terrier se abalanzó sobre dos niños de 7 y 12 años respectivamente y los hirió. La princesa debió presentarse ante los juzgados y finalmente pagó una multa de 565 libras esterlinas y quedó con antecedentes penales.