Haber sido una de las mujeres más ricas del mundo no necesariamente convierte tu vida en una historia digna para un guión de cine. Lily Safra falleció a los 87 años en Ginebra, en este caso sí es una multimillonaria que tuvo una vida de película. Según la revista Forbes, su fortuna ascendía a los 1.300 millones de euros.
Lily Safra siempre estuvo apegada a la realeza europea, sobre todo por su amor al arte y su filantropía. Sin embargo, su lugar de origen es más lejano, ya que nació en Brasil. Su padre, ingeniero ferroviario, hizo que viviera en otros países de Sudamérica. Así, a los 19 años conoció a su primer marido, un argentino llamado Mario Cohen, con quien tuvo hijos. Pero la relación con Cohen solo duró 8 años.
El segundo marido de Lily Safra fue otro empresario, en este caso brasileño. Se llamaba Freddy Monteverde y adoptaron un hijo. Se casaron en 1965 y 1969 hallaron a su marido muerto en un hotel con varios disparos. Se habló de suicidio. Lily había enviudado a los 35 años y tenía una herencia de 230 millones de euros. Con ese dinero decidió mudarse al Reino Unido.
Fue entonces que la vida de Lily Safra iba a dar un verdadero vuelco antes de tener un breve matrimonio con empresario inglés Samuel Bendahan, ya que duraron junto solo un año. Encontró un asesor financiero para que manejara su fortuna: el baquero de origen brasileño Edmond Safra, quien se convirtió en el cuarto marido de Lily.
Lily Safra vivió dos décadas de felicidad con Edmond Safra, a quien señaló como su verdadero amor. Lamentablemente, el banquero falleció en un trágico incendio en su mansión de Mónaco. Desde ese momento, el espíritu altruista de Lily se liberó y organizó decenas de galas y eventos a beneficio, sierpe con importantes celebridades y royas acompañando estas iniciativas.